d0087f-scioliEstimado Daniel, en primer lugar te quiero decir que valoro mucho tu actitud constructiva, tu voluntad de dialogo y tu respeto por el otro. Sos un gran constructor de consensos, un conciliador. Creo que eso solo ya marca una enorme diferencia con la actual Presidenta y es muy positivo

También te quiero contar que provengo de una familia de clase media profesional que se formó completamente en la educación pública y que nos  transmitió la importancia de la Escuela Pública a los 4 hermanos que hicimos desde jardín hasta la facultad en el sistema estatal. Una vez mi vieja me dijo que si hubiera tenido que sacarme de la escuela, antes de mandarme a una privada prefería enseñarme ella misma en casa.

Pero hoy las cosas cambiaron y me duele. Tengo un hijo de 18 meses que va a una guardería privada y no contemplo la posibilidad de enviarlo a la educación pública sino hasta la universidad. La razón es simple; el sistema público no me ofrece un colegio bilingüe, doble turno, con una formación integral de calidad como si puedo encontrar en algunas instituciones privadas de mi ciudad. Solo la Universidad Pública mantiene niveles de excelencia que la posicionan por encima del sistema privado en los rankings internacionales  (por ejemplo este), aunque lamentablemente no pueda decirse lo mismo de muchas Casas de Estudios universitarios de más reciente creación.

Y no estoy solo en el análisis. En este grafico que te adjunto podes ver que sistemáticamente el sistema público pierde matricula en favor del privado. Así, mientras que en 2008, tu primer año de gestión, se anotaba un 76% más de alumnos en el régimen estatal, para 2013 según datos oficiales del Anuario del Ministerio de Educación, solo se inscribieron un 61% más de ingresantes en la primaria pública, que en la privada.

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Por favor, no me vengan con el cuento de que el masivo vuelco a la educación privada es la consecuencia de que la gente ahora tiene más dinero en los bolsillos, porque ese argumento confirma que la educación pública es de tan baja calidad, que deja de ser elegida cuando mejoran los ingresos. En Economía llamamos a esos “bienes inferiores”. Sería lamentable que la educación pública lo fuera.

Lo que es peor, el nivel de retención del secundario público es calamitoso, al punto que mientras que en el primer año del secundario hay un 130% más de alumnos en el sistema público, para el último año solo hay un 36% más, evidenciando el dramático desgranamiento que tiene lugar en las aulas de la escuela pública.

Ni hablemos de la calidad de lo que se produce dentro del aula. Según este informe del CIPPEC  la Provincia lideraba las evaluaciones de los operativos nacionales de calidad (ONE) hasta mediados de los ´90 pero ahora ocupa el decimoprimer lugar.

Por esa evolución y por el peso proporcional que tiene la provincia, sospecho aunque no puedo probarlo, que el paupérrimo rendimiento en las pruebas internacionales PISA se explica, en parte, por el bajo rendimiento de los alumnos en la Provincia. Según este análisis de los resultados de PISA , dos tercios de los alumnos no alcanzaron los niveles mínimos de aprendizaje en matemáticas y más del 50% de los chicos tienen bajo desempeño en lectura.

Soy Profesor en materias de primer año de la Universidad y sufro las consecuencias de esa baja calidad. Puedo enseñarles matemática en pocos meses, puedo lograr que aprendan  a despejar incógnitas,  resolver sistemas de ecuaciones e interpretar información gráfica, pero no puedo enseñarles a leer, escribir y comprender textos, ni tampoco transmitirles la capacidad del pensamiento abstracto,  en tan poco tiempo. El resultado es que el desgranamiento que se produce en los exámenes de ingreso o en el primer año de las carreras de la Facultad es atroz. Cerca de la mitad de los alumnos que entran a la Universidad no llegan a segundo año.

En síntesis; estamos asistiendo a un proceso de privatización de hecho de la educación, que está generando una sociedad completamente fragmentada desde el punto de vista social, donde la escuela pública queda de refugio de los pobres y los multiplica porque los priva de la posibilidad de acumular capital social, como históricamente ocurrió en Argentina donde el hijo del plomero era compañero de banco del hijo del ingeniero. Ya no más.

Te cuento una pequeña anécdota. Hace dos meses nos reencontramos con los ex compañeros de la Escuela 2. Una de las chicas, de condición humilde, estaba desempleada y Jorge que supo continuar y hacer crecer la empresa de su padre, le consiguió un trabajo. Eso no va a ocurrir dentro de 20 años, porque los pobres ya no van al mismo colegio que los hijos de un empresario.

Daniel, sé que la educación no ha sido la prioridad de tu gestión. Los números del presupuesto 2015 (ver aca, en comparación con los de la misma previsión del 2008 (ver aca) muestran que mientras que el total de erogaciones de la Administración Central se multiplicó por 6,2 veces (un 32% de aumento en términos reales), los gastos presupuestados en seguridad se multiplicaron por 8 (un 69% en términos reales), al tiempo que los destinados a la Dirección General de Cultura y Educación lo hicieron solo por 6 veces (27% en términos reales). De modo que aunque nunca hubo tantos recursos como ahora, tu prioridad fue la seguridad y no la Educación.

Obviamente soy consciente que no todo es una cuestión de dinero y que la gestión de los recursos resulta fundamental. Pero justamente  pusiste a la cabeza de la Dirección General de Cultura y Educación a una persona que no tiene la capacidad ni la formación para ese cargo (ver el cv de Nora de Lucía aquí ). Los resultados desastrosos son la consecuencia ineluctable de las decisiones que tomaste.

Me llama la atención, es verdad, tu enorme capacidad para seducir al electorado y esconder la precariedad de tu gestión. Es realmente increíble que un padre que fue a la escuela pública y tiene que mandar al hijo a una privada, vote a uno de los responsables de eso. Parece que a alguna gente no le molesta pagar dos veces por lo mismo; la primera en los impuestos y la segunda en la tesorería de la escuela.

El problema de la inseguridad

Y la prueba de que los recursos sin gestión apropiada tampoco resuelven nada es justamente en materia de seguridad. Aunque batiste todos los records de gasto, es evidente que desconoces las investigaciones científicas (como esta) que demuestran que no sirve de nada poner muchos policías.

La prueba es que si miras el índice de victimización que releva la gente de la Universidad Torcuato Di tella (link aqui)  el 37,2% de las familias del Gran Buenos Aires declaró haber sufrido un delito en los últimos 12 meses. Seis años atrás, la misma institución registraba un índice de victimización del 34,5%, casi tres puntos más bajo que el actual, de manera que es evidente que el mayor gasto y la proliferación de policías simplemente no están funcionando.

Ese no es el modelo correcto para combatir el delito. Alternativamente podrías ahogar la delincuencia contribuyendo a bancarizar y formalizar la economía (¿te suena la salada?) o acordando con las empresas de celulares para que solo provean servicio a los teléfonos comprados legalmente (con factura), puesto que si se controla el mercado de celulares se evitan  más de dos millones de delitos por año ( Enlace a nota en Clarín )

Vuelvo a mis consideraciones del comienzo. No es personal, sé que sos un hombre conciliador, con el que se puede conversar, pero quiero ser muy honesto contigo, realmente creo que tu gestión en la provincia ha sido muy mala. Máxime teniendo en cuenta que fuiste el Gobernador que más recursos tuvo en la historia

Y por último aunque no menos importante; es la economía Daniel

La verdad que me tenes un poco desconcertado. Estaba seguro que ganara quien ganara estas próximas elecciones se venía una época de cambios, básicamente porque el modelo actual es macroeconómica insostenible y microeconómicamente ineficiente, pero también porque sé que te estas asesorando con economistas de primera como Miguel Bein y Mario Blejer, además de trabajar con un equipo de gente muy valiosa en esa área, en la Provincia.

Pero desde que elegiste a Zannini como Vicepresidente y giraste tu discurso de “continuidad con cambios” a “continuidad”, no sé si creerle a tus palabras y preocuparme en la medida que crecen tus posibilidades de ganar, o asumir que lo decís para abroquelar al oficialismo y barrenar las tranquilas aguas de lo que hasta hace unas semanas parecía una tibia primavera económica.

Esta semana, en la cuarta inauguración de la ruta 6 (que quedo muy linda, nobleza obliga) te oí decir que tu victoria era “la victoria del trabajo” y “la victoria de la industria nacional”.

Sin embargo, este modelo que vos ahora abrazas (como abrazaste el modelo menemista en los ´90) no genera empleo desde el año 2011. Es más; como muestra el siguiente gráfico con números oficiales del INDEC (la EPH es de lo menos manipulado del organismo), hoy la tasa de empleo es incluso inferior a la que había en el 2006 y está muy por debajo de la que prevalecía cuando asumió la Presidenta en el 2007. En pocas palabras, el empleo lleva exactamente una “década perdida”

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La industria, como muestra el gráfico adjunto, lleva 22 meses consecutivos de caída y hoy está en niveles similares a los de octubre del 2010 y un 10% por debajo del nivel que tenía en diciembre del 2011 cuando la Presidenta asumió su último mandato. Para ponerlo en términos más familiares, puede decirse que la industria ha tenido un “lustro perdido”.

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Incluso más, siempre de acuerdo a los datos oficiales del INDEC, cuando asumió Cristina Fernández, en 2007, la industria representaba el 23,13% del valor agregado de toda la economía, pero para 2014 se achico su peso específico, representando un 22%3%. Sin eufemismos; el proceso de industrialización del que hablas en tus discursos, no existió. De hecho ocurrió exactamente lo contrario; hubo desindustrialización y el modelo favoreció en cambio a otros sectores de la economía, como el sector financiero que pasó de representar el 3,3% de la economía en 2007 al 5,9% en 2014. Es verdad que es probable que la desindustrialización que muestran los números fríos sean en parte un producto del manoseo de los índices de precios que inflan artificialmente el peso de los servicios, pero incluso reconociendo eso no es cierto que haya habido absolutamente ningún proceso de industrialización de la economía.

Por si no fueran suficientes estos números, la prueba más palmaria de que no existió un cambio pro industria en la estructura económica  ni una diversificación de la matriz productiva, es la enorme dependencia que tiene la economía de un solo producto (autos) que exportamos a un solo país (Brasil).

Adicionalmente, quiero saber si acordas conmigo en que  no es posible que los precios suban por el ascensor y el dólar por la escalera, generando un atraso cambiario similar al de la Convertibilidad, y si realmente comprendes que no podrás sostener la ilusión del dólar a $9, ni el cepo que en la práctica le pone un impuesto del 60% a las inversiones.

Por último, quiero saber si te das cuenta que la continuidad de las políticas actuales en las que el gobierno no tiene crédito y gasta el dinero que no tiene, fabricando billetes, resulta insostenible e imposible de mantener en el mediano plazo.

El largo plazo

Pero incluso cuando un cambio favorable en las expectativas (que descuento se producirá con cualquiera que gane las próximas elecciones) nos devuelva al sendero de la recuperación económica y la creación coyuntural de empleo, mi gran preocupación con tu discurso de continuidad, es que este Gobierno ha diluido el valor de la moneda.

Cuando asumió la Presidenta, en diciembre del 2007 se compraba con $100 lo mismo que hoy se compra con $537, de modo que cada peso perdió el 81% de su capacidad de compra en estos ocho años.

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Sin una moneda sólida es imposible que la gente ahorre, que se desarrollen los mercados de capitales, que se firmen contratos a largo plazo, que se tomen decisiones de inversión en la moneda local. Sin moneda es imposible el desarrollo y sobrevienen las crisis de divisas que frenan el crecimiento y ponen en jaque la gobernabilidad.

Sin moneda no hay soberanía económica posible.

Por eso Daniel, cuando decís que acompañas este modelo y que lo que se hizo está muy bien, yo quiero saber si apoyas también la pérdida de soberanía monetaria que genera la inflación con su erosión del valor de la moneda.

Concretamente Daniel, quiero saber si realmente te preocupa la inflación y si sos consciente del daño que le hace al desarrollo de largo plazo.

Sería muy interesante y muy útil para los votantes, que pudiéramos discutir estos temas y conocer tus reacciones concretas, o en todo caso las de las personas que formarán tu equipo económico.